SUNAMITA o SULAMITA: La mujer que enamora a Dios según la tipología bíblica.

Ella es la que más kilates exhibe en la balanza de aquél que pesa los corazones.

Ella despierta el más hermoso cantar de Dios.

Ella destaca entre millones como lirio entre espinos desde la perspectiva del Señor.

Ella es la favorita de Dios y ese título se le otorga sin reparos.

Ella se aflige cuando las cosas con Dios no están en el mejor momento.

Ella no persevera en el camino que la aleja de su Amado Señor porque ciertamente y en verdad lo ama.

Ella es la más confiable para cuidar de la vida del anciano rey.

Ella es el deseo de los príncipes de David, porque todo el palacio ha comprobado sus valiosas virtudes.

Ella tiene un corazón para bendecir al prójimo sin esperar nada a cambio.

Ella se complace hospedando a los que sirven a Dios.

Ella tiene Gran Contentamiento en su corazón y por eso Dios nunca se olvida de ella, ni deja sus oraciones “en visto”.

Ella sabe que el Contentamiento no es tener todo lo que queremos, sino querer todo lo que tenemos.

Ella no se esmera por la popularidad, ni se preocupa por las primeras planas, pero ganándose la Gracia del Todopoderoso es como ninguna.

Ella es la que Dios alaba y con su belleza exterior no engaña.

Hay tres menciones de mujeres sunamitas en la Biblia y a las tres se les halla la misma caracterización. Puedo describir a éste tipo de mujer con una sola palabra: “GRACIA”. Porque eso es precisamente lo que la rodea. 

No me importa cuánto tiempo tarde para encontrarla, vale la pena extender la búsqueda con total paciencia. He prometido no traicionarme a mi mismo. No me cegará el engaño dos veces.


De Sunem será mi Elegida y que Dios bendiga mi jornada.